Al-Juarismi
(Carlos B.)
En su tratado de álgebra, obra eminentemente didáctica, se pretende enseñar un álgebra aplicada a la resolución de problemas de la vida cotidiana del imperio islámico
de entonces. La traducción de Rosen de las palabras de al-Juarizmi
describiendo los fines de su libro dan cuenta de que el sabio pretendía
enseñar:
... aquello que es fácil y más útil en aritmética, tal que los hombres lo requieren constantemente en casos de herencia, legados, particiones, juicios, y comercio, y en todos sus tratos con los demás, o cuando se trata de la mensura de tierras, la excavación de canales, cálculos geométricos, y otros objetos de varias clases y tipos.
Traducido al latín por Gerardo de Cremona, se utilizó en las universidades europeas como libro de texto hasta el siglo XVI. Es posible que antes de él se hubiesen resuelto ecuaciones concretas, pero éste es el primer tratado conocido en el que se hace un estudio exhaustivo.
Luego de presentar los números naturales, al-Juarismi aborda la
cuestión principal en la primera parte del libro: la solución de
ecuaciones. Sus ecuaciones son lineales o cuadráticas y están compuestas
de unidades, raíces y cuadrados; para él, por ejemplo, una unidad era un número, una raíz era x y un cuadrado x2.
Aunque en los ejemplos que siguen usaremos la notación algebraica
corriente en nuestros días para ayudar al lector a entender las
nociones, es de destacar que al-Juarizmi no empleaba símbolos de ninguna
clase, sino sólo palabras.
Primero reduce una ecuación a alguna de seis formas normales:
- Cuadrados iguales a raíces.
- Cuadrados iguales a números.
- Raíces iguales a números.
- Cuadrados y raíces iguales a números, por ejemplo x2 + 10x = 39
- Cuadrados y números iguales a raíces, por ejemplo x2 + 21 = 10x
- Raíces y números iguales a cuadrados, por ejemplo 3x + 4 = x2
La reducción se lleva a cabo utilizando las operaciones de al-ŷabr ("compleción", el proceso de eliminar términos negativos de la ecuación) y al-muqabala ("balanceo", el proceso de reducir los términos positivos de la misma potencia
cuando suceden de ambos lados de la ecuación). Luego, al-Juarismi
muestra como resolver los seis tipos de ecuaciones, usando métodos de
solución algebraicos y geométricos. Por ejemplo, para resolver la
ecuación x2 + 10x = 39, escribe:
... un cuadrado y diez
raíces son iguales a 39 unidades. Entonces, la pregunta en este tipo de
ecuación es aproximadamente así: cuál es el cuadrado que, combinado con
diez de sus raíces, dará una suma total de 39. La manera de resolver
este tipo de ecuación es tomar la mitad de las raíces mencionadas.
Ahora, las raíces en el problema que tenemos ante nosotros son diez. Por
lo tanto, tomamos 5 que multiplicadas por sí mismas dan 25, una
cantidad que agregarás a 39 dando 64. Habiendo extraído la raíz cuadrada
de esto, que es 8, sustraemos de allí la mitad de las raíces, 5,
resultando 3. Por lo tanto el número tres representa una raíz de este
cuadrado.
Sigue la prueba geométrica por compleción del cuadrado, que no
expondremos aquí. Señalaremos sin embargo que las pruebas geométricas
que usa al-Juarismi son objeto de controversia entre los expertos. La
cuestión, que permanece sin respuesta, es si estaba familiarizado con el
trabajo de Euclides. Debe recordarse, en la juventud de al-Juarismi y durante el reinado de Harun al-Rashid, al-Hajjaj había traducido los "Elementos" al árabe, y era uno de los compañeros de al-Juarismi en la Casa de la Sabiduría. Esto avalaría la posición de Toomer (op.cit.). Rashed comenta4 que "el tratamiento [de al-Juarismi] fue probablemente inspirado en el reciente conocimiento de "los Elementos". Pero, por su parte, Gandz5
sostiene que los Elementos le eran completamente desconocidos. Aunque
es inseguro que haya efectivamente conocido la obra euclidiana, es
posible afirmar que fue influenciado por otras obras de geometría; véase
el tratamiento de Parshall6 sobre las similitudes metodológicas con el texto hebreo Mishnat ha Middot, de mediados del siglo II.
Continúa el Hisab al-ŷabr wa'l-muqabala examinando cómo las leyes de la aritmética se extienden a sus objetos algebraicos. Por ejemplo, muestra cómo multiplicar expresiones como (a + bx)(c + dx). Rashed (op. cit.) encuentra sus formas de resolución extremadamente originales, pero Crossley7 las considera menos significativas. Gandz considera que la paternidad del álgebra es mucho más atribuible a al-Juarismi que a Diofanto.
La parte siguiente consiste en aplicaciones y ejemplos. Describe
reglas para hallar el área de figuras geométricas como el círculo, y el
volumen de sólidos
como la esfera, el cono y la pirámide. Esta sección, ciertamente, tiene
mucha mayor afinidad con los textos hebreos e indios que con cualquier
obra griega. La parte final del libro se ocupa de las complejas reglas
islámicas de herencia, pero requiere poco del álgebra que expuso
anteriormente, más allá de la resolución de ecuaciones lineales.
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